Brackets Metálicos y su uso común
Los brackets metálicos son uno de los tipos más comunes de ortodoncia utilizados para corregir los problemas de mordida y alineación de los dientes. Estos brackets son visibles y se colocan en la cara externa de los dientes. Aunque pueden ser menos estéticos que otros tipos de brackets, son muy efectivos para corregir los problemas de mordida y alineación.
Los brackets metálicos están hechos de una aleación de metal, generalmente de acero inoxidable o de níquel-titanio. Son resistentes y duraderos, lo que los hace ideales para tratar una variedad de problemas dentales. Una vez colocados en los dientes, los brackets metálicos se sujetan con una ligadura (cuerda) y unos pequeños tornillos llamados ligadores.
El tratamiento con brackets metálicos puede durar de uno a tres años, dependiendo de la gravedad de los problemas de mordida y alineación de los dientes. Durante este tiempo, el paciente debe visitar al dentista regularmente para ajustar los brackets y las ligaduras.
Los brackets metálicos son muy efectivos para tratar una variedad de problemas dentales, incluyendo maloclusiones (mordida cruzada o abierta), problemas de alineación de los dientes, problemas de rotación de los dientes y problemas de espacio entre los dientes. Sin embargo, al ser visibles pueden ser menos atractivos para algunos pacientes, especialmente adultos y adolescentes.
En conclusión, los brackets metálicos son una opción efectiva y confiable para tratar los problemas de mordida y alineación de los dientes. Aunque son visibles, son resistentes y duraderos, y pueden tratar una variedad de problemas dentales. Sin embargo, si estética es un factor importante para el paciente, existen otras opciones de ortodoncia como los brackets estéticos o invisibles.
